SIN ESCAPE: LA TRAGEDIA DE A PUERTA CERRADA
En su obra teatral existencialista “A Puerta Cerrada”, Jean Paul Sartre, reconocido filósofo y escritor francés, pretende demostrar cómo los individuos son constantemente juzgados y definidos por los demás, lo que genera una forma de esclavitud psicológica. A través de la convivencia forzada de los personajes, Sartre expone cómo la percepción y el juicio de los otros pueden convertirse en una tortura. Al no haber escapatoria física ni posibilidad de ignorar a los demás, los personajes se ven obligados a enfrentarse a la cruda realidad de su existencia y a sus actos pasados, resaltando la responsabilidad individual y la imposibilidad de escapar de la mirada ajena. Al respecto, en “la de los asesinos” se menciona lo siguiente: “INÉS.—En la de los asesinos, quiero decir. Estamos en el infierno, nenita, y nunca se producen errores; a la gente no se la condena por nada. ESTELLE. --Cállese. INÉS.—¡En el infierno! ¡Condenados! ¿Lo oyen? ¡Condenados! EST